China anunció este martes medidas de represalia contra cuatro responsables estadounidenses, tras las sanciones impuestas por Estados Unidos, que acusan a las autoridades chinas de "genocidio" de la minoría musulmana uigur, lo que hizo aumentar aún más las tensiones entre los dos países.
Pekín también denunció las "injerencias" occidentales tras la designación por parte de Washington de una "coordinadora especial" para Tíbet y la avalancha de críticas sobre las elecciones locales en Hong Kong, el fin de semana pasado.
El trato brindado a los uigures musulmanes, principal grupo étnico en Xinjiang (noroeste), una región china golpeada durante mucho tiempo por atentados terroristas, ha cristalizado el incremento de tensiones entre China y Occidente.
Washington impuso en los últimos meses sanciones cada vez mayores a empresas y políticos chinos, acusados de participar en el asedio y presuntos malos tratos a la población local de esa región.
En respuesta, China anunció este martes represalias contra cuatro miembros de la comisión estadounidense para la libertad religiosa internacional (USCIRF), organismo federal: su presidenta, Nadine Maenza, el vicepresidente, Nury Turkel, al igual que otros miembros de la misma, Anurima Bhargava y James. W. Carr.
Las sanciones incluyen "la prohibición a las personas mencionadas de ingresar a China y el congelamiento de sus bienes en China continental, Hong Kong y Macao", declaró Zhao Lijian, portavoz del ministerio de Exteriores de Pekín.
"Los ciudadanos e instituciones chinos también tienen prohibido tratar con estas personas", añadió.
La USCIRF fue creada en 1998 con el objetivo de evaluar la libertad religiosa en el mundo, y ha sido muy crítica en cuanto al tratamiento brindado a los uigures en China.
Juegos Olímpicos
Xinjiang ha sufrido durante largo tiempo atentados sangrientos, sobre todo contra civiles, que han sido atribuidos a separatistas o islamistas uigures. Actualmente son objeto de una vigilancia draconiana.
Estudios occidentales, apoyados en interpretaciones de documentos oficiales, testimonios de presuntas víctimas y extrapolaciones estadísticas acusan a Pekín de haber internado en "campos" de detención a por lo menos un millón de personas, efectuando "esterilizaciones forzadas" e imponiendo "trabajos forzados".
Estados Unidos califica esta campaña de "genocidio" y por ello llevará a cabo un boicot diplomático en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 (del 4 al 20 de febrero).
Pekín rechaza estas acusaciones y presenta estos "campos" como "centros de formación profesional", destinados a alejar a los habitantes de esta región del extremismo religioso.
El 10 de diciembre, Washington anunció que sancionaría al presidente de la región autónoma de Xinjiang, Erken Tuniyaz, al igual que a su antecesor, Shohrat Zakir, ambos uigures, por presuntas violaciones a los derechos humanos.
La semana pasada también sancionó a empresas chinas acusadas de colaborar con la represión en esta región. Entre ellas se encuentra la empresa líder mundial en fabricación de drones, DJI.
China acusa frecuentemente a Estados Unidos de usar el tema de los derechos humanos para entorpecer su desarrollo económico y poner en tela de juicio el espacio cada vez mayor que ocupa en el ámbito internacional.
"Irresponsables"
El gobierno estadounidense anunció el lunes la designación de una "coordinadora especial" para "promover el respeto a los derechos humanos" en Tíbet , actualmente región autónoma ubicada en el oeste de China.
Esta iniciativa fue muy mal recibida por Pekín, que este martes expresó su "firme oposición".
"No toleramos la injerencia de ninguna fuerza extranjera" en los asuntos tibetanos, señaló el vocero Zhao Lijian, instando a Washington a que "respete su compromiso, de no apoyar la independencia del Tíbet".
También criticó al G7 y a la Unión Europea (UE), que el lunes manifestaron una "profunda preocupación" por la "erosión" de la democracia constatada en Hong Kong, tras las elecciones legislativas locales del domingo.
Solamente los candidatos "patriotas", o sea, aquellos leales a Pekín, pudieron presentarse para integrar el Consejo Legislativo en la excolonia británica, actualmente territorio chino semiautónomo. Zhao Lijian reprobó comentarios "irresponsables".
"Bajo el dominio colonial británico (antes de 1997), Hong Kong no tenía la menor democracia. Pero, curiosamente, ningún país denominado democrático protestaba en aquellos tiempos", aseveró.
"Esos países occidentales deben aceptar la realidad: Hong Kong fue devuelta a China hace ya 24 años", zanjó el vocero.